En nuestro país se evidenció que un gran número de jóvenes dejaron de estudiar, muchos de ellos se vieron obligados a hacerlo por motivos económicos y los que contaron con la suerte de continuar con sus estudios, consideraron haber conseguido la educación máxima por medio de su carrera. Lo anterior es respaldado por un estudio que se realizó por parte de la Universidad Javeriana, en el cual se señaló que la principal razón para el abandono de las aulas de educación superior, se debió en un 49,3% a la dificultad económica para costearlo, mientras que la necesidad de trabajar obtuvo un 19,9%, siendo estas dos las causas principales de este fenómeno.
Los niños y jóvenes de las poblaciones de municipios de quinta y sexta categoría desertaron durante los últimos años de sus estudios, no solo por los efectos de la pandemia, que afectó muchos sectores, sino por falta de oportunidades y herramientas para continuar con sus actividades escolares; esta crisis llevó al cierre de todas las instalaciones educativas y los internados para los colegios rurales en los que se alojaban los estudiantes. Para muchos de nuestros niños y jóvenes, aquellas instituciones eran primordiales para sobresalir y desarrollar sus estudios.
Las razones anteriormente expuestas sumadas a las dificultades económicas que padecen a diario los niños y jóvenes de nuestro país, tuvieron como consecuencia que muchos de ellos se vieran en la obligación de cambiar sus cuadernos por herramientas para trabajar la tierra, lo que los hizo aún más vulnerables para caer en manos de grupos al margen de la ley, quienes aprovecharon la difícil situación para reclutarlos y llevarlos por camino de la delincuencia.
En el paro nacional la voz de los jóvenes ha visibilizado la realidad del país y se ha encargado de enviar grandes mensajes a lo largo y ancho del territorio colombiano. Esta lucha los ha convertido en protagonistas de muchos logros importantes que se pueden interpretar como el comienzo del cambio para lograr un mejor país con justicia social, con el fin de acabar de una vez por todas con la indignación general que produce la falta de empatía, cultura, conformismo, machismo y en especial la corrupción en nuestro país.
La lucha continúa para generar más oportunidades de empleo digno y estable, con garantías laborales en donde se respeten los derechos adquiridos y en el que se logre con facilidad obtener la experiencia laboral mejorando notablemente la situación económica de todos, y de la misma forma, alcanzar una mejor calidad en el servicio de salud y educación. El incumplimiento de cada uno de las compromisos y acuerdos por parte del gobierno, ha generado mucha desconfianza y falta de credibilidad en el mismo.
Es la oportunidad de trabajar por un país equitativo y lograr en las próximas elecciones cambiar a todos aquellos que han gobernado mal por muchos años y que el pueblo aún continúa eligiendo.